Francisco de Villalpando, rejero en la Sacra Capilla del Salvador de Úbeda

23 de Enero de 2019

Francisco de Villalpando, rejero en la Sacra Capilla del Salvador de Úbeda

En la visita de la Sacra Capilla del Salvador de Úbeda se destaca siempre el fabuloso y cuidado trabajo de algunos de los artistas que intervinieron en el ornato de su interior y exterior. Nunca se nos puede olvidar los más notables del siglo XVI, Alonso de Berruguete, Étienne Jamet, Villalpando, aunque en siglos posteriores, en la actualización artística del templo también luzcan los trabajos realizados en el siglo XVII por Luis de Zayas y en el XVIII por García Pantaleón, Antonio Medina y Ginés Navarro, entre otros. Sin duda es interesante indagar en la figura de algunos de estos artistas.

Francisco de Villalpando, el artífice (junto a su discípulo Francisco Martínez) de la imponente rejería fechada en 1555, año de consagración de este espléndido templo funerario ubetense, que separa la rotonda central del resto de la nave, era nacido de Zamora, a finales del siglo XV, en una familia donde también destacaron sus hermanos Jerónimo, Juan y Ruy Corral de Villalpando, que se dedicaron a la arquitectura, rejería y sobre todo a la decoración en yeso, ideando motivos manieristas fastuosos. Fue arquitecto y rejero y una importante personalidad artística del Renacimiento español, no sólo por su obra artística, sino sobre todo por sus conocimientos teóricos y su preocupación por la tratadística que le llevó a traducir los libros del arquitecto italiano Sebastián Serlio, de cuya obra se publicaron en Toledo en 1552 los libros III y IV. Consta que también tradujo los dos primeros tomos, pero quedaron en forma de manuscrito y hoy están desaparecidos. En este sentido, Villalpando fue una personalidad muy influyente en los círculos arquitectónicos de su momento. Pudo estar en Italia entre 1533 y 1537. Además del conocimiento del toscano, necesario para la traducción de Serlio, era experto en la técnica del bronce, lo que siempre vincula su conocimiento a un contacto con lo italiano.

Se conocen sus buenas relaciones con la Corte, donde su parentesco con el arquitecto Gaspar de Vega (pues estaba casado con una hermana de éste), le permitiría relacionarse con el príncipe Felipe, a quien le dedicó en 1548 su traducción de Serlio. Éste le titula geómetra y arquitecto, lo que es una señal de prestigio, pues el término arquitecto sólo se emplea en el medio culto de la Corte, para Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera.

Aunque Cristóbal de Villalón lo cita como vecino de Palencia, parece que el centro de su producción era la ciudad de Valladolid, de donde se declara vecino Villalpando cuando concursa en 1540 para hacer las rejas del coro y de la capilla mayor de la catedral de Toledo. El contrato de la reja de la catedral de Toledo le llevó a asentarse en la ciudad del Tajo a partir de 1542. Muere en la misma ciudad en 1561.

La reja de la Sacra Capilla del Salvador, finísimamente trabajada, se asienta sobre los capiteles marmóreos del patio del palacio cercano de Cobos y consta de dos tramos y tres cuerpos, el central más elevado y esbelto. En la crestería hay cuatro medallones con las Virtudes telogales y la Justicia y en el centro el escudo nobiliario de los Cobos, cerrándola una cruz.

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